Entretiene, ilusiona y ayuda a pensar en que tienes que hacer hoy para mañana poder hacer lo que quieras. Pero que se quede ahí: en intenciones, en ideas de por dónde puede ir tu vida y cómo piensas vivirla.
Lo que no tienes que hacer nunca es obligarte a estudiar en un sitio o a trabajar en una determinada cosa y si no lo consigues deprimirte. Es bueno ponerse metas e intentar cumplirlas, pero también es necesario saber dónde están tus límites y no querer traspasarlos a la fuerza.
Al fin y al cabo lo único importante es ser feliz. Busca lo básico (salud, comida, descanso y buenas relaciones con los demás) y a partir de ahí sé capaz de aprovechar las oportunidades y no entristecerte cuando fracases.
Ahora mismo hay millones de personas en el mundo que cambiarían sin pensárselo su estilo de vida por el tuyo.
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