lunes, 1 de agosto de 2011

Una canción que lo dice todo sin explicar nada.



El amor.

Nunca sabes si realmente lo has hallado.

Podrás pasarte media vida buscando y aparecerá cuando menos lo esperes.

La droga más barata y a su vez la más difícil de encontrar.

El antídoto del inconformismo.

Come y duerme.

Haz esas dos cosas con rutina y en abundancia, más aún si estás de vacaciones.

Parece una tontería ya que es algo que está clarísimo, pero muchas veces cuando uno no se encuentra bien es precisamente por falta de dormir, de comer, o por llevar los horarios de ambas cosas muy alterados.

Lo peor es que cuando estás mal, aunque sea por una razones tan simples como las que he dicho, buscas excusas para entender porque estás así. Acabas encontrando alguna y comienzas a creer que es la causa de tu estado de ánimo. Al final termina siéndolo de verdad.

Es muy difícil, pero podemos ser capaces de controlar nuestros sentimientos a conciencia centrándonos en aquello que sea capaz de sacarnos una sonrisa. Esta vida tiene muchas cosas que te pueden hacer feliz y otras tantas que te pueden hundir en la tristeza.

Tú eliges por qué y por quién preocuparte y cuanto arriesgas en ello. Si apuestas por lo lo más difícil podrás ser el más feliz si sales ganando pero lograrlo será todo un reto. Si te planteas metas sencillas no te costará mucho conseguirlas pero no serás recordado por ningún libro.

Se dice que en el punto medio reside la virtud y probablemente así sea, y el más astuto será capaz de entender donde están sus límites.

Otros entran en el juego de ser los mejores en algo por muchas razones, entre ellas lamentablemente avaricia o ansia de poder. En mi caso probalemente sea que me da miedo la idea de una vida sencilla y rutinaria.

Me siento raro escribiendo, espero que sea porque he dormido poco aunque mas bien diría que es por otros motivos. Aún así me hace gracia esa sonrisa que últimamente me acompaña siempre esté donde esté y haga lo que haga. Quiero creer que es optimismo y no locura.