martes, 19 de julio de 2011

Irónico póster.

Estaba buscando un póster para adornar mi habitación y ver uno de Futurama, serie que me gusta, me llamó la atención. Me puse a leerlo porque si algo me molesta es la gente que lleva camisetas con texto en inglés y no tienen ni idea de lo que dice este texto.

Cuando terminé de leerlo pensé: "Esto tiene que ser mío". No tengo mucho nivel de inglés y no sé la traducción exacta, pero más o menos dice: "No te pagan para pensar. Un trabajador necio es un trabajador feliz. Cállate y haz tu trabajo"

Lo primero que me gusta el póster son los personajes que aparecen, pues ya he dicho que Futurama me encanta. Luego está el hecho de lo irónico que es y a mi me encanta la ironía. Los colores también son buenos y la imagen es agradable a simple vista. Céntremonos ahora en lo que hice que lo comprase, el mensaje que tiene.


Cuando lo lees por primera vez puedes pensar: "vaya tontería". Pero luego  vuelves a leerlo y te paras a pensar en que lo que dice puede ser verdad. Hay muchas injusticias en este mundo y poca gente lucha contra ellas. La mayoría se conforman con lo que tienen y no se atreven a protestar por miedo a las represalias.

Si nos centramos en el caso del trabajo, y más en las condiciones en las que estamos ahora en España, podemos poner un ejemplo en el que se ve claramente lo que comenta la imagen.

Pongamos que un empresario que estaba acostumbrado a ganar 10 000 euros al mes ve su negocio afectado por la crisis y su sueldo pasa a ser de unos 7 000 euros al mes. Supongamos que tiene 100 empleados en su empresa y decide quitarle a todos un poco de su sueldo para seguir ganando lo mismo que ganaba. Cada trabajador cobrará 30 euros menos y nuestro señor empresario seguirá como al principio.

Lo miramos ahora desde el punto de vista del trabajador. Antes de la crisis era un trabajo fácil y nunca tenían problemas para vender los productos, pero ahora la cosa está peor y algunos días tienen que darle unos minutos más al trabajo para terminar lo que tenían a medias. Ellos aguantan y no se quejan, porque saben que la cosa está mal y el dueño de la empresa ya no ganará lo que ganaba, pero un día les dice que va a quitarle a cada uno 30 euros de su sueldo y, descarado, les dice que es para poder volver a ganar lo mismo que ganaba.

Los trabajadores se mosquean y lo critican a sus espaldas, pero a la hora de la verdad nadie se atreve a plantarle cara. Sólo dos de los cien trabajadores le dicen a su jefe que es una injusticia lo que hace, porque mientras ellos trabajan cada día más duro él se dedica a estar sentado en su sillón sin nada que hacer pues todo lo hacen sus dos secretarias. Los demás trabajadores los apoyan, o eso creen, porque ninguno de ellos dice nada y aunque sean fieles a su causa el hecho de no actuar hace que desde fuera parezcan indiferentes al asunto.

En ese momento se le ocurre otra idea al dueño de la empresa. Cada uno de los trabajadores que se ha quejado cobra 1500 euros. Entre los dos suman 3000, que es justo lo que él ha dejado de ganar. Decide despedirlos como advertencia a los demás trabajadores de que no cuestionen su autoridad, y al mismo tiempo les dice que seguirán ganando lo mismo porque ya no es necesario reducir su sueldo en 30 euros.

Los trabajadores necios han acabado felices por callarse y hacer su trabajo.

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