miércoles, 29 de junio de 2011

Estúpidas promesas a uno mismo.

Esta mañana el despertador te ha hecho salir de la cama con un sueño terribe y, sabiendo que al día siguiente también tienes que madrugar, te dices a ti mismo: "Esta noche me acuesto pronto y así mañana estoy descansado"; para luego acostarte aún más tarde que la noche anterior sin nada interesante que hacer aparte de escribir cuatro tonterías a ti mismo en tu blog y a los demás en un chat.

Una de tantas que nos decimos y no cumplimos. Muestra de que según el estado de ánimo que tengamos nos comportamos de manera muy diferente hasta el punto de cambiar nuestra personalidad, o prometernos cualquier cosa que luego veamos una tontería.

No vuelvo a beber, dijo el domingo por la mañana.

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